Funcionaria denuncia despido político y trato vejatorio

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“Fue lo más humillante que he vivido y nunca lo había visto en mis 15 años como funcionaria pública”, visiblemente afectada y con estas palabras comienza el doloroso relato de sus últimas horas como funcionaria del Ministerio de Medio Ambiente en la Región de Aysén, la joven socióloga y jefa de hogar, Tatiana Pla. La funcionaria recuerda que a pocos días de asumir el Seremi de Medio Ambiente, Eduardo Mauret Galilea, la citó a su oficina y sobre el escritorio le “deslizó” su desvinculación, 10 días después y luego de varios cambios de opinión, su despido se concretó en un ambiente “intimidatorio”: “escoltada por la SEREMI de Gobierno, Tatiana Fontecha, la encargada de Administración de la Seremía, Claudia Palma y la SEREMI (S) de Medio Ambiente, Jimena Silva, se vigiló cada uno de mis movimientos frente al computador, incluso querían revisar mi pendrive personal”.

Tatiana Pla, Socióloga y militante socialista, que retornó el año 2016 a Coyhaique para desempeñarse como funcionaria honorario de la Seremi de Medio Ambiente, relató que Eduardo Mauret Galilea, ahora renunciado Seremi de Medio Ambiente, la cito el 29 de marzo a su oficina para notificarle su despido, sin embargo luego de una conversación se habría acordado un mes de prueba, decisión que se revirtió 10 minutos después. “Le pregunté si conocía mi profesión y trayectoria laboral, indicó que no y me manifestó que estaba recibiendo presiones políticas para desvincularme, luego pude resumirle mis 15 años de trabajo en el servicio público, le pedí que por favor se diera el tiempo de conocerlo, a lo cual accedió. 10 minutos más tarde me llama por teléfono, para decirme que sólo puedo tomar vacaciones entre el 2 y 28 de abril, que el acuerdo que habíamos conversado en su oficina ya no corre, pregunté qué había pero no quiso decirme. Me queda claro que las presiones fueron más fuerte que la decisión que él había tomado”, relató la joven coyhaiquina.

Ante la falta de una información formal y diferentes versiones, Tatiana Pla, fue desde el lunes 2 al martes 10 de abril a trabajar normalmente, desempeñando las funciones encomendadas por el servicio. “Me presenté a trabajar de manera habitual, marcando en el reloj de asistencia, realicé todas mis actividades, atendiendo consultas, contestando teléfono institucional, entre otras tareas. El martes 10 en la casa de mi padre fue encontrada bajo la puerta un sobre dirigido a mí que contenía una carta con fecha 29 de marzo, firmada por el Subsecretario del Medio Ambiente, Rodrigo Benítez, informando mi desvinculación desde el 1 de Abril; otra con fecha 4 de abril con el decreto que pone término anticipado al convenio, firmada por el Departamento de Personas de la Subsecretaría de Medio Ambiente, Luis Illanes y finalmente, la Resolución propia, que entre otros puntos señala que yo me negué a firmar la carta de notificación del término anticipado”.

“Lo que viví el día miércoles 11 fue humillante. Ese día acudí a lo que era mi lugar de trabajo para poder retirar mis cosas personales, comunicándome con la persona encargada de administración de la Seremi, Claudia Palma. Ella me indicó que no tenía derecho a vacaciones, porque yo me había negado a tomarlas y que tampoco se me pagarían los días trabajados del mes de abril. Además se me comunicó que no podría sacar nada del PC institucional, porque ya se encontraba bloqueado para mí. Le indiqué que tenía guardado ahí algunas cosas personales, ante lo cual se me dijo que la posibilidad sería que ella u otro funcionario acudieran como “ministros de fe” mientras yo realizara esa operación”.

Tatiana Pla, asegura que no existía justificación alguna para el despido ni para la forma en que se desarrolló, sino más bien obedece a dar una señal al denigrar y perseguir a “alguien que piensa distinto”. “A las 16:00 horas se presentaron en la oficina del Recambio de Calefactores, la Sra. Palma, la Seremi (S) Jimena Silva y la Seremi de Gobierno Tatiana Fontecha, pudiendo sólo en ese momento acceder al computador. Saqué desde mi cartera un pendrive personal y con estas 3 personas rodeándome procedí a sacar mis cosas del PC; Jimena Silva dijo que veía el nombre de un archivo que estaba en mi pendrive: “recambio histórico” el cual según ella yo no podía llevarme. Le indiqué que eso era algo mío y que no permitiría que revisaran lo que yo tenía guardado. Ante esto, acordaron hacer un acta y me dijeron que debíamos firmarla las 4, lo cual me negué. Esto fue un proceso “inventado” por ellas, no existe tal protocolo, y lo único que estaban haciendo era humillarme hasta el final, se los dije y hoy quiero denunciarlo públicamente porque le puede estar pasando a mucha gente en la Región de Aysén”.

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